¿Cuanto tiempo demora la cobranza judicial?

Una pregunta recurrente en el ámbito de la cobranza judicial, esto es cuando demandamos al deudor ante un tribunal para que pague la deuda, es cuánto tiempo demora.

Para nadie es una sorpresa que los procesos judiciales son lentos y engorrosos, de ahí la importancia de trabajar con abogados expertos que eviten que los plazos se alarguen en forma excesiva.

Los plazos de la cobranza judicial de las facturas es variable por definición, y dependerá básicamente de si el deudor es ubicado en su domicilio, la oposición e impugnaciones que efectúe el deudor, y en último término de la rapidez con que los abogados efectúen los trámites que demanda el procedimiento para avanzar con el proceso de cobranza judicial.

¿Cual es el plazo estimado?

Con todo, en términos estadísticos un juicio de cobranza judicial de facturas demora entre 3 a 6 meses. Recuerde que este es un número estadístico, el que puede variar caso a caso, pudiendo ser un plazo mucho menor, de un mes por ejemplo, o inclusive alargarse hasta superar un año.

Lo importante es no demorar en iniciar el proceso de cobranza judicial, y asesorarse por abogados expertos dedicados a la cobranza judicial.

¿Cómo acortar los plazos?

Decíamos que los plazos son variables, surge entonces la pregunta ¿qué puedo hacer para que los plazos sean lo más breve posible?

Conozca al cliente

El primer y mayor problema que se presenta en las cobranzas judiciales que más demoran, se da cuando el deudor no es ubicado en su domicilio. Aquí la máxima “conoce a tu cliente” vuelve a cobrar relevancia, ya que resulta un ahorro considerable de tiempo (y de dinero) cuando el deudor es notificado en el lugar en el que trabaja o incluso en su residencia.

En resumen, al iniciar la cobranza judicial debes preocuparte de informarle a los abogados el domicilio actual del deudor. Si en cambio el deudor se cambió de oficina, o de residencia, la notificación fracasará, y tendrás que volver a repetir el trámite, hasta encontrarlo en su domicilio.

Conozca sus activos

Un segundo problema que se presenta, es la falta de bienes o activos para poder embargar, los que luego son rematados en pública subasta, y con el dinero recaudado te puedes pagar la deuda.

Mientras más información puedas aportar a los abogados, más rápidamente podrán gestionar el embargo de bienes, para su posterior remate en pública subastas.

Cabe preguntarse entonces ¿qué tipo de información es la que puedo aportar a los abogados? La respuesta es amplia, y comprende la patente de los vehículos, dirección de bienes raíces, maquinaria, cuentas bancarias, etc.

Mantenga una buena documentación de antecedentes

Un tercer problema está dado por las impugnaciones que efectúa el deudor y que pueden retrasar la cobranza judicial.

Debes tener claro que el juicio de cobranza judicial, como cualquier otro juicio, entrega al deudor instancias para defenderse del cobro. En algunas oportunidades las defensas de los deudores son admisibles y son aceptadas por el tribunal, pero en la mayoría de los casos se trata de defensas e impugnaciones sin fundamento, que se presentan solo para dilatar y ganar tiempo.

Surge entonces la pregunta ¿Puedo hacer algo para que no se dilate en forma excesiva la cobranza judicial frente a una defensa o impugnación infundada del deudor? El objetivo es que el tribunal descarte la defensa o impugnación del deudor sin incurrir en demoras excesivos, y esto se logra con una respuesta contundente e irrefutable al tribunal.

¿Cómo logro esto? Debes aportar a tus abogados todos los antecedentes que demuestran en forma clara que las facturas dan cuenta de un servicio o de mercaderías que si se prestaron o entregaron, es decir que tu parte se cumplió, y que es el deudor el que no cumplió, al no pagar por el servicio o por la mercadería entregada. Para esto, sirve cualquier documento, como ordenes de compra, contratos, correos electrónicos, e incluso mensajes de whatsapp.

¿Necesita iniciar o evaluar una cobranza judicial?

Si está interesado puede obtener más información en Legalbox.cl o bien, iniciar una demanda en línea, sin costo fijo o anticipado.

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